Beijing vislumbra una tregua en la guerra contra el imperio empresarial de Jack Ma
Alibaba parece escapar de un duro castigo, mientras su fintech hermana, Ant Group, se enfrenta a medidas más severas
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Los contornos de una posible tregua entre Beijing y el imperio tecnológico de Jack Ma están comenzando a tomar forma, donde la empresa de comercio electrónico Alibaba está obteniendo sanciones más moderadas que su fintech hermana, Ant Group.
El banco central de China, que ha estado liderando las medidas contra Ant desde que su oferta pública inicial récord de US$ 37 mil millones se detuvo abruptamente en noviembre, esta semana describió los términos de una "rectificación" de las operaciones de la fintech. El plan tendrá grandes repercusiones tanto para Alipay, la aplicación de pagos en línea más popular de China, como para el enorme negocio de préstamos al consumidor de Ant.
La presión contra las empresas de Ma es parte de un esfuerzo más amplio para dominar al sector tecnológico en auge de China, y los reguladores convocaron a 34 líderes de la industria esta semana y les dieron un mes para que cesen los comportamientos anticompetitivos, o sino enfrentarán sanciones severas.
El impacto para la industria ha sido subrayado por la virtual desaparición de Ma, a quien solo se ha visto en público una vez desde que pronunció un discurso en un foro de Shanghai en octubre que se cree que ofendió a los reguladores.
El Banco Popular de China (PboC) reveló esta semana demandas que podrían obstaculizar el negocio de préstamos de Ant más de lo que se temía anteriormente y tener consecuencias sustanciales para los inversores. Incluso si puede resucitar su oferta pública de venta a finales de este año o en 2022, es poco probable que sea la más grande del mundo, y la valoración de Ant caerá por debajo de los US$ 300 mil millones estimados anteriormente.
"En general, el plan de rectificación (de Ant) es más costoso de lo que esperábamos", dijo Dong Ximiao del Instituto de Finanzas de Internet Zhongguancun en Beijing. Agregó que Ant podría tener que recaudar hasta US$ 30 mil millones en capital para cumplir con todas las regulaciones.
"La mayoría predice que la valoración de Ant Group solo alcanzará un tercio de su nivel más alto después de que Ant se transforme en una sociedad de cartera financiera", escribieron los analistas de Guotai Junan Securities en una nota.
Las duras sanciones para Ant contrastan con los de Alibaba, que el sábado fue multado con US$ 2.800 millones por comportamiento anticompetitivo. La Administración Estatal de Regulación del Mercado de China podría haber impuesto una sanción de hasta el 10% de los ingresos de Alibaba en 2019.
"Los anuncios son buenos, las cosas se están resolviendo", dijo un ex ejecutivo de Alibaba que pidió no ser identificado. "Una multa de 2.800 millones de dólares es mucho mejor que una ruptura".
Los analistas de Moody's, la agencia de calificación crediticia, dijeron que los cambios exigidos por Beijing en la forma en que la compañía de internet trata con los vendedores en su plataforma "limitarán la capacidad de Alibaba para aumentar la participación de mercado". Pero señaló que el grupo tenía mucho dinero en efectivo para afrontar los desafíos.
Ant se enfrenta a una separación de negocios mucho más estricta que, en conjunto, le ha dado enormes ventajas sobre sus competidores bancarios estatales. Los bancos estatales, un poderoso grupo de interés, han estado presionando a los reguladores durante años para controlar a las fintechs y a los prestamistas privados en línea.
"Los reguladores han presionado claramente a Ant para que sus unidades constituyentes cumplan con una amplia gama de regulaciones, desde la gestión de riesgos y el gobierno corporativo hasta la privacidad y la protección del consumidor", dijo Eswar Prasad, experto en finanzas de China en la Universidad de Cornell. "Es probable que el plan de reestructuración se convierta en un modelo para otros actores, grandes y pequeños".
Muchas de las condiciones detalladas por el PBoC el lunes ya se conocían, como un requisito para que Ant se convierta en una sociedad financiera de cartera que estará regulada más como un prestamista tradicional.
Una de las demandas más drásticas es desvincular sus negocios de pagos y préstamos. En las semanas posteriores a su salida a bolsa, los reguladores bancarios y los medios estatales criticaron las enormes y altamente rentables operaciones de préstamos al consumidor de Ant, denunciando a la compañía como depredadora.
Algunos usuarios de Alipay dijeron al Financial Times que sentían que la aplicación estaba diseñada para animarlos a solicitar préstamos. Los incentivos incluían ofrecer descuentos a cambio de configurar la tarjeta de crédito en línea de Ant, Huabei, como su método de pago predeterminado.
El negocio de préstamos de Ant contribuía con el 39% de los ingresos en los primeros seis meses de 2020. Los analistas dijeron que los cambios ordenados por el PBoC reducirían la capacidad de Alipay para ofrecer crédito y, en el peor de los casos, prohibirían que la aplicación incluyera Huabei entre sus opciones de pago.
El PBoC también requerirá que Ant solicite una licencia para sus operaciones de calificación crediticia personal. Sus servicios de préstamos evalúan a los prestatarios potenciales utilizando información recopilada de compradores y vendedores en las plataformas de Alibaba. Estos datos se encuentran entre los activos más valiosos de Ant y son codiciados por el banco central y los prestamistas estatales, cuyos sistemas de crédito son menos sofisticados. Dos agencias respaldadas por el estado son los únicos titulares de licencias de calificación crediticia y el PBoC podría negarse a otorgar una licencia a Ant o imponer condiciones estrictas sobre cómo puede usar los datos.
El PBoC y Ant han librado una batalla no resuelta de varios años sobre los datos de este último, que la fintech ha dicho que no puede compartir con otras partes sin el consentimiento del cliente. Pero esa línea de argumentación puede no satisfacer a Beijing.